Never-there  

Posted by neverthere

Aún si os lo digo todo, ¿qué cambiaría eso? Mi vida está plagada de giros imprevistos y malas decisiones. La primera de ellas, no haberme ahorcado con el cordón umbilical dentro del tibio líquido amniótico en el que anidaba dentro de mi madre. ¿Que qué son esos términos? Pues eso: términos, definiciones, cosas que han de venir al pensamiento humano, quizás más adelante. No me preguntéis cuando. Las revelaciones vienen a mi difusas e hirientes, me atacan sin previo aviso, me doblegan como invisibles latigazos. No son otra cosa que girones color púrpura acerca del porvenir. A veces me tarda años interpretarlas. ¿Y todo para qué? ¿Para saber que los no-nacidos flotan en un líquido rico en nutrientes al que llamarán “amniótico”? Ya. Poco tiene eso de paraíso. Pero pocas esperanzas tengo yo, ya desde ese estadio, de alcanzarlo. Aunque, de noche, aún quiero creer que existe.

Ustedes no podrían entenderlo, vivir con una carga así, sabiendo que no existe un remedio. Mientras mis ojos ven la desgracia y mi mente visiones, mi piel se descascara y se agrieta. Como lepra, pero sin el beneficio de llevar una campana. Nadie lo ha dicho, pero sé que mi cuerda no se extiende más allá de treinta inviernos. Por eso nunca me quedo en un solo lugar. A través de mis viajes he ganado demasiados nombres para poder recordarlos. Tantos que hace años decidí dejar atrás también el mío. Junto a mis libros, junto las piedras de la torre donde crecí, bajo el agua del pozo donde quisieron ahogarme, al lado del barril donde recogí a mi gato casi muerto a manos de reyes y cortesanos. No, nunca me quedo en un solo lugar, por eso si me veis pasar quizás quieras referirte a mi como never-there: nunca ahí. Sin locación, porque yo soy mi propio lugar.

Pero si me veis, para qué detenerme? Saben, aún si os lo digo todo ¿qué cambiaría con eso?

This entry was posted on 6 de junio de 2008 at 5:02 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

0 comentarios

Publicar un comentario